A veces un mal resultado académico no basta para saber si tu hijo o hija necesita refuerzo escolar. Pero como a la mayoría de niños y niñas les cuesta trasladar a sus padres y madres qué es exactamente lo que va mal, primero debemos considerar algunas cuestiones.
Hoy en día cada vez hay más padres y madres de alumnos y alumnas que se quejan de una excesiva carga escolar. Otras veces, sin embargo, llegamos a normalizar tanto cuando el niño o la niña está todas las tardes con tareas y trabajos para cumplir con sus obligaciones académicas que no sabemos en qué momento es demasiado.
El refuerzo escolar es la actividad complementaria que tiene como finalidad profundizar y repasar todos aquellos conocimientos adquiridos en las aulas. Gracias a la ayuda de un profesor o profesora se resuelven todas las dudas de la materia impartida, se ayuda a comprender mejor el temario, se facilitan técnicas de estudio y, en definitiva, mejoran los resultados y el progreso académico.

Señales que nos indican que es necesario un refuerzo escolar

¿Cuándo es necesario un profesor/a de apoyo o una academia?
Conforme van avanzando el curso, los niños y las niñas van teniendo dificultades en el aprendizaje de determinadas materias, en llegar a cumplir con todos sus deberes, alcanzar una buena concentración en el estudio, etc. Pero solemos poner el grito en el cielo en el momento en el que vemos un suspenso o, peor aún, cuando no han pasado una o varias asignaturas.
Antes de llegar a ese punto, estas señales nos pueden indicar que nuestro hijo o hija necesita un apoyo en el estudio:

• Hay que dejar claro que no hay una edad mínima en la que se requieran clases de refuerzo escolar. Estas pueden ser necesarias en primaria, educación secundaria, bachillerato o niveles universitarios.
• La excesiva distracción o el aburrimiento en las clases pueden deberse a que el nivel de las mismas no se corresponde con el que el niño o niña necesita. Esto suele ocurrir en clases con un número elevado de alumnos y alumnas.
• La falta de hábito de estudio.
• No saber cómo prepararse los exámenes.
• Que la presión académica sea demasiado para que tu hijo o hija se adapte a ella a su propio ritmo.

Llegado el momento debemos hablarlo con el tutor o tutora escolar del pequeño y valorar si es más conveniente un profesor o profesora particular, o bien una academia.

Recomendaciones para acceder al refuerzo escolar

Como decimos, en primer lugar, escucha lo que su tutor o tutora te cuenta cuando le preguntas abiertamente si tu hijo o hija necesita clases de refuerzo escolar. Habitualmente él o ella podrán explicarte cuál es el problema que tiene el niño o la niña con la/s materia/s.
En segundo lugar, los padres y madres deben servir de interlocutores entre las clases particulares y los profesores y profesoras del colegio o instituto. De esta forma, evitamos confusiones o una sobrecarga de tarea.
Ten en cuenta los factores personales y sociales que pueden desencadenar un mal rendimiento académico. En edades tempranas, las complicaciones que puedan surgir fuera del aula o en el entorno social suelen afectar a sus estudios.
Por último, es importante que tu hijo o hija no detecte las clases de refuerzo escolar como algo negativo, ya que así solo se conseguirá el efecto contrario.