Los libros han demostrado a lo largo de la historia que son el pilar fundamental de la cultura humana. Por su parte, la lectura es un proceso cognoscitivo que consiste en la interpretación de signos gráficos por medio de recreaciones mentales que permiten imaginar una realidad.
Embarcarse en la aventura de la lectura no solo proporciona deleite y placer, sino que además crea las condiciones necesarias para el desarrollo de capacidades en la persona, ya sea niño, joven o adulto, que la practique.
Sin embargo, la sobreexposición a los medios audiovisuales ha provocado que la lectura se desplace a un segundo plano.
Ante esta catastrófica situación, la Sociedad Española de Neurología (SEN) ha demostrado las infinitas ventajas que leer aporta al desarrollo en edades tempranas. La SEN determina que «leer estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales, favoreciendo un mejor desarrollo afectivo y psicológico en los niños».
Además, «les da la oportunidad a niños y adolescentes de experimentar sensaciones y sentimientos con los que disfrutan, maduran y aprenden; con los libros ríen, sueñan y viajan a otros mundos».
Asimismo, la lectura les enriquecerá culturalmente, mejorará su lenguaje, desarrollará su capacidad de concentración y la memoria. El rendimiento académico aumentará a medida que los chicos dedican más tiempo a la lectura.
Beneficios de la lectura en niños y adolescentes
- Mejora la comprensión lectora
- Aumenta la riqueza del lenguaje
- Favorece el desarrollo de la imaginación
- Favorece la empatía y la gestión emocional
¿Cómo podemos fomentar la lectura en niños y adolescentes?
Para lograr inculcar en los niños y jóvenes el hábito de la lectura es importante seguir las siguientes medidas para generarles el gusto por la lectura:
- La lectura no puede verse como algo aburrido. Lo mejor es que, tanto niños como adolescentes, escojan libros de acuerdo con sus intereses, para que así experimenten el leer y fascinación por los conocimientos a adquirir.
- Leer diariamente durante un tiempo determinado para que este acto se convierta en una parte vital de la rutina diaria.
- La variedad es primordial para que los niños y adolescentes se interesen por leer.
- La mejor forma de fomentar la lectura es con el ejemplo.
- Las lecturas compartidas para establecer el contacto y el dialogo
- Creas espacios físicos y temporales
En la etapa infantil, el libro debe ser una herramienta educativa para trabajar la interacción entre padres e hijos, donde el hijo se convertirá poco a poco en el conductor de la lectura, con el fin de potenciar su competencia lectora, su velocidad, interacción y compresión.
Con este buen hábito adquirido, los beneficios se manifestarán hasta en la edad adulta puesto que el cerebro se mantendrá activo y funcionará más rápido y mejor. Esto retrasará y prevendrá la temida pérdida de memoria. Es un factor de protección de las enfermedades neurodegenerativas.
Por su parte, en adolescentes el rol del padre será el de observador de los gustos de los niños, ayudándoles a relacionar las lecturas con otros aspectos de la realidad, como actividades de ocio.